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miércoles, 25 de enero de 2017

HOY TE LA GANAS... (EL EXTRAÑO CASO DE LAS FLAUTAS BARROCAS)

Vuelvo por mis fueros... tenía 2 temas en mente sobre los cuales desgastar un poco más las teclas del portátil, ayer noche estaba casi decidido a por un tercero... así que finalmente escribiré sobre un cuarto asunto! Genial! Los amantes del eufemismo hablarían de que lo mío es técnica de improvisación y que soy un exponente de la escritura automática, y los del realismo dirían que soy idiota.

Si! Qué queréis que os diga? Suelo decidir muchas cosas a última hora, y no por descuido! Por ejemplo... las contadas ocasiones en las que mi mujer y yo aposentamos nuestras ancas en las sillas de un restaurante, miro el menú, estudio minuciosamente el mismo, pienso en el maridaje de los platos con el vino a escoger... y cuando viene el camarero pido algo que no entraba en las quinielas, cuando no algo que ni estaba en la carta!

Explicado así, no debe parecer extraño que en diversas facetas de mi vida "me la gane", y que mi improvisación cuando estoy sólo, ante la línea de touchdown, me provoque hacer una filigrana totalmente inesperada de manera que facilite que un defensa de 130 kilos desplace de un topetazo a mis 60000 gramos hacia el banquillo!... y quien habla de esta metáfora que no habría hecho ni John Madden, se refiere a otros ámbitos de la cotidianidad, como el trabajo. En mi caso todo tiene una explicación, como siempre, macabra y oscura.

Estaréis de acuerdo conmigo que, durante nuestras ocupaciones laborales, hay días en los que nos sentimos sentenciados, notando la retícula de un rifle de calibre 50 apuntando directamente a nuestro corazón, y esperando en cada sonido de la oficina, el almacén, el vehículo, escuchar como detona la bala que ese día el/la jefe/a ha grabado con nuestro nombre. Así, sin motivo, porque sí, porque hoy toca, porque ya hace mucho que no practica el tiro, porque no lo parece pero algo habréis hecho, o porque, como se dice por ahí, su cópula no suele ser correcta... vamos, el/la clásico malfollad@!

Basta que en una de esas situaciones intentemos defender un poco, ya no nuestros derechos, si no nuestra condición humana, para que la lluvia de balas no la pare ni el paraguas de Chuck Norris. Hoy mi improvisación recuerda una de ellas, especialmente rocambolesca. Miguel, va por ti!

Nos remontamos a la época en la que trabajé en una tienda de instrumentos. Echando la vista atrás, ya en frío, y con el corazón en la mano, la experiencia profesional que más feliz me hizo. Quien haya conocido el lugar, y a mi familia de superiores, pensarán que estoy definitivamente para tirar... pero es cierto! Locuras aparte, dejando de lado condiciones laborales, aquellos meses me dejaron una huella positiva imborrable. Por desgracia acabó de la peor manera... al tener que dejar mi puesto tras la muerte de mi padre y la casi obligación social de ocupar su lugar en la fábrica donde estuvo casi toda la vida.

Mi estancia en La Lonja del Instrumento, que así se llamaba el lugar, no estuvo exenta de anécdotas... ni mucho menos! Por fortuna el olor no era a pescado, sino a madera, y al vinilo que recubre los amplificadores... además no había un pescatero gritando precios de puja a velocidad de competición, sino uno de los mejores profesionales que he conocido (no, no soy yo! Me refiero a mi compañero y amigo Miguel). Anécdotas... Muchas buenas, y otro tanto de pésimas! Desde Jam Sessions en la ausencia de la jefa, improvisando "El Nicanor", hasta skinheads con ganas de bronca tras cerrarles el after de la esquina. Desde recibir la visita de los Avulsed, hasta hacer venir a unos clientes desde la otra punta de Barcelona, abrirles el estuche de una magnífica Flauta Travesera de segunda mano y comprobar que estaba vacío... y precisamente de flautas va el tema, pero menos sofisticadas y mucho más económicas.

Estaba claro... ese día me la llevaba fijo! La mirada de María José, que así se llamaba la jefa, ya hacía prever algo esa mañana... así que agucé los sentidos propios de un chaval de 24 años para evitar volver a casa despotricando.

Hacía unas semanas que había un instrumento estrella en la tienda. La principal dedicación de la misma eran las guitarras eléctricas, pero también habían otro tipo de instrumentos, en los cuales no éramos ni mucho menos especialistas, pero tenían su público y eran solicitados. Uno era la Flauta Dulce. Si! La que casi todos hemos tocado en el colegio! Económica, duradera (mis hijos han heredado la mía), bonito sonido... Conocí en mi época lonjera que habían 2 tipos de las mismas, según su digitación... Las Barrocas, y las Germanas. Que qué diferencia hay? Pues unas iban en el cajón de en medio, y las otras en el de abajo! Ahí acabaron mis conocimientos! El caso es que mi jefa había cerrado un acuerdo con una escuela cercana para que los profesores de música, contraviniendo toda ley de libre mercado, acudiesen a nuestro centro a adquirir su flauta dulce BARROCA. Fuese por lo que fuese el tipo de instrumento escogido, el vaivén de madres, padres y niños para llevarse de ahí su agujereado instrumento era constante. Bromeamos acerca de cambiar el logotipo de la tienda, que lucía una Gibson LesPaul, por la silueta de una Honner Barroca! Si... el cajón de en medio iba vaciándose cada día, y el de abajo, con los teutones flautines, sólo dejaba un hueco a la semana.

La mañana de autos, tras haber fregado el suelo, despachado algún juego de cuerdas de guitarra, y, como no, vendido alguna flauta BARROCA, recibimos una llamada telefónica. Atendí al aparato y una voz me preguntó por la jefa. Pasé la llamada a su despacho, situado al fondo del local, y continué ordenando los catálogos de los diferentes proveedores, mientras Miguel recolocaba la línea de amplificadores. Al cabo de un par de minutos de recibir la llamada, María José asomó la cabeza por la puerta mientras tapaba el micrófono de su aparato, y, usando un primitivo sistema Wireless, o sea, a gritopelao, vociferó "Albertooooooooooooo!!!!! Cuantas flautas GERMANAS quedaaaaaaaaaaannnn????"  El volumen del grito fue desproporcionado, pues no habrían más de 10 metros hasta donde yo estaba, pero debía ser por algún motivo importante. Abrí el cajón de en medio cuando me di cuenta... GERMANAS??? Me pareció extraño, pues apenas vendíamos una a la semana, pero bueno, también tenían derecho a venderse!... abrí el cajón de abajo, conté, activé el sistema de transmisión de señal y aullé "Dieeeeeeeeeeeciiiiiiiiiiseeeeeeeeiiiiiiiiiiiiiiissssssssss!!!!!!!!!" Proseguí repasando mis conocimientos alfabéticos con los catálogos, cuando mi pagadora encaró el pasillo con una gran sonrisa, como si hubiese atado un negocio lucrativo...

... "Alberto, Miguel... sobretodo, hemos de tener mucho cuidado y no quedarnos sin stock de flautas GERMANAS, que ya sabéis que estamos vendiendo muchas". Me descolocó un poco y pensé en si llevaba semanas alterando el aprendizaje musical de decenas de niños, vendiéndoles el tipo que no tocaba, pero tras una breve introspección vi que, simplemente, mi jefa se había equivocado al mencionar la clase de instrumento... así, que, con toda la suavidad del mundo, y con una elegante sonrisa de complicidad le dije "María José, no querrás decir BARROCAS?"... Yo nunca he sido de los que les gusta reírse de los despistes, traspiés, fallos, o como queráis llamarlo, de los demás. Hay mucha gente que parece que no tiene otra cosa que hacer que esperar el error ajeno para hacer leña del árbol caído, pero, os lo aseguro, no es mi caso, ni lo fue hace 20 años! La jefa volvió a sonreir mientras seguía caminando hacia nosotros y siguió hablando "aaaaaahhhhh!!! es verdad!!! me he equivocado!!! jajaja". Bien! En realidad estaba hablando de las BARROCAS!!! Hice bien en rectificarla! Pero... oh!!! No fue la única que se rio! Miguel también lo hizo, mientras soltó un por lo bajinis "Germanas, si...". La relación de la dueña con mi compañero de trabajo no era nada buena. Estaba llena de heridas aun sangrantes en los más de 10 años que él llevaba ahí, así que no me extrañó la sorna de mi amigo... Pero ella también lo escuchó... No se atrevía a reprimendarle a él, así que...

... Siguió caminando por aquel pasillo cuyos 10 metros se empezaban a convertir en 10 kilómetros... y su sonrisa se estaba volviendo en mueca, como si acabase de masticar una almendra amarga... sin yo haber vuelto a pronunciar palabra, asistí a una súbita bajada de la presión atmosférica en el estado de ánimo de la jefa... "vale, vale... me he equivocado... pero... pero... entonces porqué me has contado las flautas GERMANAS????". Perdón??? Me veía unos nubarrones, descargando más truenos que un día en el que Thor ha de reparar a golpe de martillo todas las espadas del Valhala, venir directos hacia mí!!! Era joven e ingenuo, así que cometí la insensatez de contestar, mientras intentaba mantener la calma: ".... he contado las GERMANAS porque son las que me has preguntado..." Aun no sé como tuve la osadía de responder justo a lo que me estaban preguntando! Pero si... aquel día me la ganaba! Estaba escrito! Sandro Rey no hubiese necesitado ni las gafas radiónicas para predecirlo!

Ian Anderson, de Jethro Tull decidió cambiarse a la Flauta Travesera para evitar confusiones entre Barrocas y Germanas.

Yo seguía ahí, arrodillado frente al mueble de los catálogos... tampoco hubiese podido ponerme en pie, pues de lo absurdo de la situación, y al ver la cara de psicópata que se le estaba poniendo a la jefa, mi temblor hubiese imposibilitado el levantarme... Ella, ya, con bilis saliendo por la boca, prosiguió "Pero vamos a verrrrrrrr....!!! Si sabes de sooooobras que las flautas que vendemos más son las BARROCAS, porqué cuando te he preguntado antes has contado las GERMANAS??????". Creo que tenía toda la sangre de su cuerpo concentrada en sus globos oculares! La respuesta más sencilla y lógica hubiese sido la misma que la anterior! Porque era justo lo que me había preguntado! Pero la primera vez no había funcionado!!! Tenía que pensar algo, y rápido!!!! Si!!! Encontré una respuesta de concurso!!! "Es que como justo antes de preguntarme te había pasado una llamada telefónica, pensé que tal vez era otro colegio que necesitaba flautas GERMANAS, y por eso necesitabas saber su stock"... Siiiii!!!! Oh yeaaaaah!!!! Gol! Touchdown! Triple! Home Run! Jaque Mate!!! Ni Garry Kasparov en plena forma hubiese pensado una jugada tan sutil e incontestable!!! Podría respirar tranquilo! Aquello tenía que estar zanjado, pues había inventado una respuesta, que aun siendo mentira, no dejaba resquicio por donde seguir atacando!!! Pero no... Mi particular Analoti Karpov se limitó a lanzar las piezas del tablero al suelo de un golpe de brazo!!! "Mmmmmm.... bueno.... si.... puede ser.... tiene lógica... (decía mientras parecía que la yugular le iba a estallar) peroooo.... (ui... que si, que le estalla!!!) pero es que e.... (os lo juro, aquí se tragó un ES QUE ERES IDIOTA) pero es que es de lógica que si yo pregunto ALBERTOCUANTASFLAUTASGERMANASQUEDAN?tú me contestes, QUEDAN TANTAS GERMANAS Y TANTAS BARROCAS!!!!! todo el mundo lo sabe!!!!!!!!). Se dio la vuelta, y ahí me dejó, fusionándome con el terrazo del suelo, y del mismo color.

Si nos pinchan, acaso no sangramos?
Si nos hacen cosquillas, acaso no reímos?
Si nos envenenan, acaso no morimos?
Y si nos ultrajan, no nos vengaremos?

William... William... Te aseguro que si me llegan a pinchar no sangro, te prometo que no me hubiese reído por nada del mundo, te juro que a no ser que me pudiesen matar 2 veces, ya podían envenenarme, y te puedo decir que, aun siendo yo el ultrajado, se vengaron de mí!!!!

Si! Tras intentar que las agujas del reloj avanzasen lo más rápido posible esa mañana, y de intentar meter algo en mi cerrado estómago a medio día, nada más entrar por la tarde, recibí el castigo de la jefa. Tras cometer el acto inenarrable de contestar a una pregunta, y después de la "amonestación verbal", tuve jornada de redención, condenado a subir a un altillo que había sobre el despacho, con una altura de suelo a techo de unos 80 centímetros, a ordenar fundas de guitarra. Ese día debió ser visto por Nostradamus en uno de sus trances, pero a bien seguro no se atrevió a darlo a conocer... La tenía ganada, me tocaba, gané la lotería sin comprar boleto!

Desde entonces vivo sumido en el miedo cuando alguien me hace una pregunta. Cuando en las noches de insomnio mi mujer me inquiere por la hora, yo le contesto dándole el día de la semana. Si por la calle alguien quiere saber una dirección en concreto, le detallo el directorio de todos los municipios de mi provincia. Cuando ayudo a mi hijo en sus primeros deberes de matemáticas, le hago un análisis sintáctico, y cuando me pregunto a mí mismo sobre qué escribiré en el Blog... contestad vosotros mismos!

Amigos, amigas, curiosos que leéis esto para comprobar lo inútil que puede resultar un Blog... la próxima vez que escuchéis el sonido de una flauta dulce, no dejéis que su tierno sonido os atraiga. No os dejéis confundir por la aparente sencillez de los orificios del pequeño instrumento. El destino de las ratas de Hamelin puede ser un paraíso comparado con un altillo de un viejo local de la Plaza Trilla. Cuando os sintáis tentados a silbar alegremente la melodía que lleva el viento... haceros esta pregunta... Germana o Barroca???

4 comentarios:

  1. Que genio la jefa no? Parece que la mayoría de jefes son así. Parece que la palabra lógica no está en su vocabulario. Ah y otra cosa, muchas veces ponen de jefes a los q menos saben (por experiencia). Salud y rock

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  2. Hola Rafa! Gracias por tu comentario! Si! Genio, o mal genio, era su segundo apellido. Es parte del abuso de poder que hace sentir grande a la gente pequeña!!!Un saludo!!!

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  3. Hey hermano!!! El mundo está lleno de preguntas trampa jajjaja
    Yo me quedo con las traveseras sin ninguna duda, de Anderson o de Latimer, pero traveseras, y más desde que me acabas de sumir entre la trascendental decisión de barroca o germana, por todos los dioses, espero que Aldara escoja la travesera... Y ahora en serio, me encantaría que lo hiciera cuando le toque elegir instrumento en la escuela de música que comenzará el curso que viene, es un instrumento que me encanta...
    Cuando comentabas lo de tu indecisión en los restaurantes, no he podido evitar acordarme tanto de Fani como de su hermana: Fani suele escoger, tras un minucioso y atento estudio de la carta, algo que no hay ese día; y mi cuñada, te pongo un ejemplo: en la cadena de los 100 Montaditos hay (o había) uno que era el 101 y se llamaba "cabrea al camarero" en previsión de que no hubiera nada del gusto del cliente en esa extensa lista de bocatas, pues bien, mi cuñada es capaz de cabrear al camarero todas las veces que vaya al restaurante jajjaja
    Como siempre genial y entrañable tu relato.
    Un abrazo!!! Wassail!!!

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  4. Alex! Gracias una vez más por tu comentario! Veo que la indecisión a veces puede ser manejada con maestria! Jajaja! Lo de Fani es mala suerte, pero lo de tu cuñada es realmente maquiavelico! Latimer, Anderson...Incluimos a José Carlos Molina??? Estuve apunto de poner el audio de LA GRANJA DEL LOCO! Define muy bien lo que podría ser mi vida tras los flautísticos sucesos relatados! Un abrazo! Wassail!

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