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miércoles, 11 de enero de 2017

LA PÁGINA EN BLANCO... O UN MANIFIESTO DE LA MALA LECHE

Mala suerte! Los que habéis entrado para comprobar si al fin he decidido plasmar mi arte literario en una pantalla vacía, podéis abandonar el blog en este momento...De hecho, estoy por dejarlo yo...

Ya he comentado alguna vez que hay cierta capacidad de improvisación en mis textos, y supongo que el de hoy es un acto reflejo por dicha cualidad. Como siempre, tengo muchos temas en la recámara, pero no me apetece hablar de ninguno...

Si, un acto reflejo incontrolado, como un estertor de un escritor que nunca lo fue. Algunos pensaréis "y para qué escribe?". Pues muy fácil, por seguir la rutina que me impuse un 26 de octubre, día en el cual inauguré este despropósito de Blog, el cual no debería tener miércoles alguno con página en blanco.


Llevo unos días muy, pero que muy negativo, y no quiero hacer de esto un reality en el que saco a relucir mis miserias. Lo más sensato sería dejar las teclas para días de mayor alegría, pero otra de mis cualidades es la perseverancia, y tengo claro que en los momentos difíciles, a mí me funciona agarrarme a mis rutinas como a un clavo ardiendo. Bien... entonces, por qué no escribir sobre otra cosa? Pues por honestidad. Me repatea el tener siempre que fingir estar bien, "no sea que alguien se ofenda". Que no? La gente huye antes de una conversación con alguien a quien no le va bien, no sea que se le contagie, que con un fanfarrón que presume de lo que tiene, tendrá, y deja de tener porque él y sólo él lo quiere. Podría escribir sobre el Reign in Blood y lo que supone para mi, de las divertidas anécdotas del viaje a Galicia para tocar en el festival Revoltallo, sobre lo caro que puede salir intentar hacer "una performance" durante un concierto... pero sería intentar hacer una pizza sin orégano, una tortilla sin aceite, o un programa de televisión en Tele5... Algo a lo que le faltaría el toque final.

No os ha pasado nunca? Tienes un día de perros, se te acerca algún conocido, te pregunta si todo va bien, y ante cualquier explicación de uno o más hechos negativos el interlocutor suelta la coletilla de "bueno... pero todo bien, no?" en un bucle que parece no tener fin hasta que al final acabas diciendo "si... pero todo bien...".

No me voy a inventar un ejemplo, si no a explicar una escena que contemplé el día en el que me estaban haciendo las pruebas preoperatorias. Estaba esperando para hacerme el análisis de sangre, sentado junto a otras futuras víctimas de la aguja, cuando una enfermera salió a llamarme, y tras vociferar mi nombre me dejó en standby ya que vio en la sala de espera a una mujer que al parecer conocía y no veía desde hacía unos años. Esa persona iba acompañada de una niña de unos 10 años. La enfermera le preguntó... si, lo habéis acertado! "qué... todo bien???". La mujer, con una cara un tanto ajada (por las circunstancias, como veréis), le contestó que bueno... que la salud andaba un tanto así así... La extractora sanguínea le contestó que "vaya... son rachas... pero todo bien, no?". A la señora se le iban dibujando arrugas en su rostro por momentos, y prosiguió diciendo que estaba ahí para hacerse unos análisis "bastante complicados". "Ui... vaya... pero todo bien, no???" La madre de familia contestó que bueno... que les habían detectado una enfermedad extraña, que era hereditaria, y que estaba allí para ver si ella y su hija (la niña de 10 años), también tenían la desgracia de dicho mal... No me lo podía creer... la enfermera siguió diciendo el famoso "pero todo bien, no?". Al final la mujer, tras concretar más los riesgos mortales de la enfermedad a detectar acabó asintiendo y diciendo a la del uniforme blanco que si... que al fin y al cabo... todo bien... Ésta ya quedó contenta, aumentó su sonrisa, y le dijo "bueeeeeno, me alegro de que a pesar de todo estéis bien! ya nos veremos!". No sé como me pudo sacar sangre! Aquella mujer estaba apunto de derrumbarse con la conversación, de echarse a llorar delante de 20 desconocidos, cosa que creo no hizo por la presencia de su hija, y la supuesta amiga se limitaba a animarla a decir que, a pesar de todo, todo era alegría? Guapa... puestos a eso, podrías haberle dicho... "bueno mira... ya me llamarás cuando de verdad todo esté bien". Si... eso pensé, además de en sacarme la aguja del brazo, clavársela en un ojo y preguntarle que si todo bien!

No, no tengo un mal día... llevo una semanita de aúpa... los pocos atisbos luminosos que veo en el horizonte son rápidamente tapados por un frente borrascoso. Además, cuando veo que a mi principal punto de apoyo moral y vital intentan tomarle el pelo en su nuevo trabajo, invoco a los tiempos en los que Jeff Hanneman escribió Angel of Death. Curiosamente ella también escribió un día sobre los supuestos mensajes moralizadores del tipo "venga... que tú puedes!!!", y venía a decir algo así como "y porqué se supone que siempre tengo que poder?".

Si, hoy yo emprendía una acción que se supone iba a animarme en mi estado anímico semanal, y de camino al evento ella me llama y me cuenta acerca de súbitos cambios de las condiciones de trabajo, nunca explicadas en la entrevista pero que "ya se supone que es así, no?". Después lo que se supone que me iba a alegrar y me iba a abrir nuevas vías y perspectivas en mi futuro, resulta que me es explicado por alguien con aun menos gracia que yo hoy, no sin antes ser atendido por una recepcionista que perdió el don de gentes con su primer meconio...

Efectivamente, hoy imprimiría todas las frases de autoayuda de Facebook, las de Pablo Coelho, la de Morgan Freeman... le pondría de portada un montaje que vi un día, y os juro por mis hijos que es cierto... en el cual aparecía una foto de Morgan Freeman, la frasecita de marras, y firmado por Pablo Coelho, quemaría el incunable ejemplar y danzaría alrededor con la cara pintada al más puro estilo Black Metal Noruego de los 90, a ver si eso me inspiraba una acción expeditiva que ríete tú de Michael Douglas en Un Día de Furia... en lugar de eso, he decido escribir esto... escribir sobre nada...

2 comentarios:

  1. Hola!
    Me encanta tu post de desahogo! Claro que sí, para esto sirven también los blogs. Y tenemos todo el derecho a estar mal, es más no me fío de la gente que siempre aparenta estar bien. En este mundo, no me lo creo.
    He llegado a la conclusión que la gente que pregunta por sistema "cómo estás?" así como en un acto reflejo, no está para nada interesada en tu estado realmente. O sea que mejor decir: bien gracias para seguir con esa convención jaja. Total, no les importa.
    El otro día me dijeron que en Facebook no podía mostrarse infelicidad o según qué cosas, quizás esa persona tenga razón. En cambio está lleno de frasecitas de Coelho.. Me uno a tu club!

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  2. Gracias por tu comentario, Dona Invisible! Algunas de las cosas que has dicho podria haberlas escrito ayer perfectamente. Me gustaría siempre tener un estado para hacer mis clásicos posts de humor, pero como dije, hay que intentar ser sinceros, sobretodo con uno mismo :)

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