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miércoles, 31 de mayo de 2017

PARTIDO POR LA INTEGRACIÓN SOCIAL (MÁS ALLÁ DEL VALOR)

Lo sé! El título es críptico de narices! Bien podría ser el nombre de un episodio de The Young Ones, pero no es el caso... Tal vez me he convertido en organizador de un match futbolero a favor de colectivos excluidos socialmente? Y lo del valor qué tiene que ver? Es tal vez un choque de algún deporte medieval el evento escogido para recaudar fondos?... Pues tampoco... Vamos con ello!

Ya me conocéis. En muchos aspectos de mi vida no puedo quedarme a medias. A veces peco de repudiar todos los colores que no sean el Blanco Nuclear o el Negro Cueva in the northern mountains of Norway. Eran los últimos días de la década de los 80, y aquel cambio bien merecía acabar gloriosamente.

No sólo se extinguía la década, sino que también era el último día lectivo del instituto de Formación Profesional donde estudiaba. Las ganas de vacaciones navideñas eran máximas, tanto que 4 alumnos de la clase de Informática no pudieron reprimirse y, a la hora del recreo decidieron empezar a celebrar tan entrañables fiestas... o dicho de otra manera... hicieron campana. Adivinad quien formaba parte del cuarteto.



No necesitábamos irnos muy lejos para efectuar nuestra fiesta privada. A un grupo de 4 jovenzuelos no les importaba un entorno nada discreto ni que fuesen las 11 de la mañana para pillarse unas litronas, unas pipas, y a reírse al parque! Si! Es una imagen típica de los 80. Juventud más o menos malcarada, normalmente con chaquetas tejanas, pelo largo y enmarañado, botella de Xibeca en una mano y bolsa de Churruca en la otra! Bueno... ahora que lo pienso, la cosa no ha cambiado tanto. Hoy las chupas tejanas se cambian por gorras Obey sobre la cabeza (sin encajar, por supuesto) y los parches de Anthrax por el logo de los gallumbos Calvin Klein. Aceptemos el cambio generacional! Eso si! Nosotros no dejamos nunca botellas rotas entre los juegos infantiles. Éramos proyectos de macarras, pero con civismo!

La zona de mi instituto era, por aquel entonces, tachada de conflictiva y marginal. No hacía más de 3 años que el metro ya llegaba a la estación de Montbau, y ya se sabe que la comunicación va acabando con los guetos, pero aun había mucha perla sin cultivar que buscaba concha vacía en la que meterse en los desolados parajes del barrio. Aun recuerdo cuando los de mi clase de EGB (copyright de Yo fui a...) se dedicaron a matarme de miedo vaticinando los atracos diarios que iba a sufrir yendo a aquel apartado instituto! Hubieron un par de intentos el primer año, pero no me fue sustraído más que un poco de orgullo.

Para unos diecisieteañeros que éramos la supuesta marginalidad de la zona tenía algunas ventajas, como los precios bajo coste al que se podían comprar todo tipo de bebidas en los bares de abuelos de la zona. Pedir el carné para comprar alcohol? No me hagáis reir! Alcohol, tabaco, y lo que hiciese falta, oiga! De ese modo nuestro escaso presupuesto alcanzó para que cada uno nos hiciésemos con nuestro particular litro de cerveza embotellada. No recuerdo, pero puede que incluso llegásemos a 2 envases retornables por cabeza.

Ya acabando la pre-celebración navideña,  unas voces rotas rompieron nuestra paz... Sentados aun en los bancos de madera pintados de verde muérdago, vimos en la lejanía a 3 tipos de muy, pero que muy mal aspecto, increpar a una chica que atravesaba uno de los jardines de la zona para ir hacia la boca del metro. Recuerdo como en aquel preciso instante pensé en que deberíamos marcharnos. Seguimos con la vista a aquellos 3 cuatreros a los que les faltaba un miembro de la banda, muchas neuronas, y todos los escrúpulos, y observamos ya más preocupados como exigían papel de fumar a un hombre hecho y derecho que pasaba por ahí. Al recibir una respuesta negativa, uno de ellos se puso a gritar como loco. Ya no pensé en que tal vez deberíamos cambiar de ubicación, sino que lo verbalicé claramente.

Bueno... tal vez no era para tanto. Mis compañeros no eran moco de pavo. Uno de ellos era un campeón de Catalunya juvenil de atletismo, con un físico rocoso que le podía hacer ganar incluso en cualquier otro deporte. Otro era bastante alto, y al menos intimidaba. El tercero era un seguro de vida: El matón de la clase. El típico que se liaba a cazos en los pasillos del instituto si alguien le decía buenos días en un tono inadecuado, practicante de todo tipo de deportes de contacto... y el cuarto... bueno... el cuarto era yo, vale? Dejémoslo ahí! Si, cierto! Tal vez no era para tanto!

Los 3 delincuentes confesos (como veréis en breve) nos divisaron y vinieron hacia nosotros... Menudas pintas. Uno iba con el pelo rapado y aun así se le adivinaban trasquilones. Parecía estar absolutamente chalado. Se movía como por espasmos, y no sabía emitir sonido sin gritar. En una banda típica, era el malo. Otro tenía una cara totalmente aniñada, con pelo rubio querubín, pero con una mirada grimosa que daba una desconfianza absoluta... tal vez sería el bueno... El tercero, sin duda, por su posición en la tétrica formación, era el líder, y su cara hablaba de sus muchas batallas. Pelo crecido, de aun peor gusto que el mío, y la cara con algo que no me atrevo a describir... no eran ni cicatrices... era como si le faltasen trozos de piel por todo el rostro... Ya sólo el miedo por contagio a vete tú a saber hacía pensar en que tal vez el buen estado físico de los jóvenes campaneros no iba a ser suficiente. Era el feo, fijo!

Al faltar 3 metros para colisionar con nosotros, El Malo saltó hacia adelante y empezó a gritar "tenéis papel? tenéis papel???" a la par que movía su cabeza hacia los 4 que ni un dragón de Komodo. Uno de mis amigos le contestó que si. Yo pensé que era un error... que había que lograr que se largasen cuanto antes, pero tal vez el calmar sus ansias de humo no iba a ir mal. Aprovecharon el rato en el que se liaban sus porros para entablar conversación con nosotros, preguntar por qué zona de Barcelona estaban, explicar que 2 de ellos habían salido ese mismo día de prisión... y mi amigo venga a darles palique!!! Cederles papel de fumar era una cosa, y fingir hacerse coleguita de aquellos energúmenos era otra bien distinta. Se les veía extrañamente tranquilos. De vez en cuando tenían algún gesto para dejarnos claro que ellos eran allí los que mandaban... De todas maneras, sus petardos tocaban a su fin, y El Feo empezó a despedirse, y a darnos las gracias por nuestras atenciones. Yo sólo pensaba en "que se larguen, que se larguen...". Ya daban media vuelta cuando El Malo, como si acabase de perder la memoria y despertase en medio de un motín en prisión, empezó a gritar a Alejandro, el integrante de mi panda que les había dado tanta conversación.

Era una imagen surrealista! Hacía 2 segundo que se despedían casi con un beso y con la promesa de "nunca te olvidaré", y ahora aquel zumbado le acusaba de haberle mirado mal, y le amenazaba con matarle! Empezó a dirigirse individualmente a cada uno de nosotros, que estábamos en shock por la rapidez de los hechos, diciendo "tú quieres algo???". Yo estuve a punto de decirle "si, irme a mi casa", pero tenía que mantenerme firme ante el peligro, por muy muerto de miedo que estuviese. Recuerdo que me sentí el hombre más valiente del mundo si me comparaba con el gesto de recibir la extrema unción que ponía mi amigo "el kickboxer"!!! Si! Estaba visiblemente aterrado! Tal vez era una táctica de artes marciales modernas y después de una mandíbula temblequeante vendría una patada circular a la cabeza!!! Seguro que era eso!!! Pero el contraataque no llegaba, y El Bueno y El Feo ya estaban ahí de nuevo...

... El Feo, que como recordaréis, era el líder. Agarró a su amigo El Malo, quien estaba soltando patadas dirigidas a la cabeza de nuestro amigo el "conversador". Este las paraba como podía, atónito por la escena. Mi colega se creyó a salvo, y le preguntó al macabro jefe que qué pasaba... En ese momento me di cuenta de que el campeón de Atletismo tenía un gesto de estar ya los tacos de salida de un Sprint por su vida, y el seguidor de Jean-Claude Van Damme empezaba a alejarse discretamente. Mis piernas decían que me fuese de ahí, pero mi cabeza daba otro discurso. No podía abandonar a un amigo! Además, por muy mala pinta que tuviesen, éramos 4, ellos 3, y aunque algo tocados por la ingesta cervecera, nuestra fortaleza aparente era superior! Aquel tipo al que le faltaba la mitad de piel de la cara se acercó a Alejandro, le soltó una bofetada que resonó en todo el barrio, y dijo a El Malo "pasa de éste..."... a lo que extendió su pútrida mano, me agarró por las greñas y prosiguió "tríncale a éste del pelo!!!".

Ahora lo vais a entender! Ahí empezó el partido!!! Qué mejor manera de ayudar a unos recién excarcelados a integrarse en la sociedad que montar un partido de Fútbol? Y que mejor forma de mostrar la buena voluntad de la gente de bien como yo que poner la cabeza como esférico???

Efectivamente. Mi altruismo por los desfavorecidos y mi extraño sentido de los principios me llevaron a recibir más toques que los balones de entrenamiento de Messi y con más fuerza que si chutase Cristiano... Aun no entendía porqué aquel lagarto que estaba mudando de piel y tenía cara de persona (más o menos) me había agarrado de mis pelos largos ochenteros, que estaba recibiendo una lluvia de puñetazos. No sabía ni de donde venían, y hablo literalmente! Yo no veía a nadie!!! Sólo notaba martillazos por todos lados! Aquel tipo debía ser realmente más rápido que Son Goku! Si, porque debía ser él sólo! Ya nadie me estaba tirando de la melena. Seguro que El Feo y El Bueno estaban peleando con 2 de mis 3 colegas, y a poco tardar, implorarían clemencia! Hubo un momento en el que, aun sin ver a mi atacante, noté que estaba detrás mío, ya que los golpes iban directos a la nuca. En un ejercicio de Judo excepcional, le agarré y me tiré al suelo con él. Me fue muy fácil, la verdad... tanto que aun a día de hoy pienso que igual iba tan grogui que lo que cogí fue a mi mochila y me tiré al suelo en solitario! Si fue así, debió ser digno de ver!

Derribase o no a mi rival, aquello no me supuso ninguna ventaja. No había pasado un segundo desde que mi cuerpo retozaba por el césped del parque que el partido de fútbol alcanzaba su punto culminante. Una tanda de penaltis en la que no ganaba quien más goles marcase, sino quien chutase más en un segundo! No sé como aun conservo la cabeza (al menos en el sentido físico). Si los puñetazos de hace un rato venían por todos lados, a aquellos patadones les faltaba cabolo que querer reventar! En un instinto de supervivencia, y consciente de que mis amigos estarían repartiéndole a uno entre 3, y que yo era víctima de los otros 2, me tapé la cara con los brazos. No hubo problema y cambiaron de portería, o lo que es lo mismo, de patearme la cara pasaron a darme pisotones en la oreja y a comprobar la resistencia de mi cogote. Oh! Llegó un descanso para salvarme! El Feo me estaba levantando mientras le decía a El Malo que parase!!! Un gesto de deportividad! Sentado yo sobre la hierba, intentando ver donde estaban mis colegas, noté como había cambiado de deporte! Sabéis esa jugada de Fútbol Americano en el que el Quarterback lanza la pelota hacia atrás, otro la sujeta y llega el pateador del equipo con la intención de sacar el melón del estadio? Ya os lo podéis imaginar! Acabó conmigo en 2 golpes! El que me arreó con su pie en mi boca, y el que me di yo contra el suelo! Pero había esperanza! El Feo volvía a detenerle y a incorporarme! Me dijo que me largase! Oh si! Iba a vivir! Pero... un momento... y mis amigos? Y mis colegas??? Aparte de mis compañeros de juego, una abuelas, y yo, allí no había nadie! Volvió a decirme, visiblemente cabreado, que me largase... yo, que no entendía nada, le pregunté que qué decía... a lo que me soltó un collejón que aun me duele mientras gritaba "que te piiiiiiiireeeeees!!!". Vaya si le hice caso! Empecé a correr hacia la boca del metro, supongo que de forma inconsciente buscando un lugar familiar. Pero lo absurdo de la situación no acababa ahí! Descubrí que El Bueno estaba allí apostado, y que El Feo, el mismo que me había liberado le gritaba que me parase!!! Era una película de esas de caza humana o qué??? Vaya si me detuvo! Ya estaba de nuevo en el suelo dispuesto a un nuevo partidillo cuando tuvo que ser una de las abuelas del parque la que les espantó.

No podía creer lo que me acababa de pasar. Me acababan de soltar el palizón de mi vida, mis amigos habían desaparecido (seguro que les habían incinerado, porque no me habrían dejado sólo y abandonado!!!), y los únicos "machos" del lugar que había por ahí se limitaron a preguntarme, sin acercarse demasiado "porqué te han zumbaoooo???". ai....amiguitos!!! Si yo tuviese la respuesta seguramente no habría recibido semejante tunda! Por cierto... podríais haberme echado un cable, ya que mis colegas, seguro seguro seguro, habían muerto!!!

Pues regresando de las tinieblas vi aparecer a uno de ellos (de mis amigos) por una calle, como a 200 metros. Era el campeón de atletismo. Sin lugar a dudas, tenía bien ganada su medalla! Llevaba una enorme piedra en la mano, pero no se acercaba con la misma velocidad a la que sin duda se había marchado. Cuando llegó a mi altura me miró la cara con severa preocupación, mitad por como la tenía y mitad por lo que sin duda estaría pensando yo de él. Eh! Pidió perdón al momento, y eso para alguien agradecido como yo, ya es mucho.

Le puse al día del resultado de la finalísima y él me contó lo sucedido "detrás de las cámaras". Al parecer, en cuanto mi amigo el que les daba conversación recibió el tortazo, él empezó a correr, el matón marcial también, y en su misma dirección, el golpeado salió pies para que os quiero en sentido contrario, y yo me quedé a mediar con los quinquis en soledad, y sin saberlo. Una anécdota que me gustó especialmente fue el que en la recta de escape Van Damme logró adelantar al atleta!!! Como premio en su carrera tuvo algo que ni de película! Al llegar a la esquina se topó con el coche de su padre, que iba hacia el instituto a buscarle! Le paró, se subió como si perdiese el tren, y le dijo a su padre que acelerase!!! jajajaja! No dijo ni hasta mañana! Podía ser un cobarde, pero al menos educado, no???

Aquellos hecho no sólo marcaron mi cara, milagrosamente sólo por unos días. También le crearon una "gran reputación" al malote de la clase, quien se vio en más de un enfrentamiento al tener que defender su retirado honor ante otros compañeros de curso, ya pasados unos meses. El Atleta, años después, se hizo Mosso d'esquadra, quien sabe si por una subconsciente llamada de la justicia. El otro anduvo varios días desaparecido, y luego se comportó como si nada hubiese pasado. Yo aquella misma tarde gocé de la eficacia y la tolerancia de la sanidad pública, escuchando parapetado tras una cortina en un box de urgencias, como el médico de turno increpaba a la enfermera por haberme hecho pasar, que si me dolía la cabeza, que me tomase una aspirina, y que si era por una pelea, algo habría hecho. Al día siguiente, increíblemente repuesto, yendo en metro a la fiesta de fin de año del instituto, vi como 2 hombretones se cambiaban de vagón en el metro al quedarse sólo conmigo, ya que un joven melenudo con la cara morada no podía traerles nada bueno...

... Ya veis amigos. No voy a decir ahora que me comporté como un héroe. Estaba muerto de miedo, pero os repito, mis principios me hicieron quedarme para no dejar sólo a lo que rápidamente llamé amigo algún día, me hicieron preocuparme por el paradero del resto de ellos... principios de los que todos carecieron, principios que casi son mi final!!!

Ahora viene cuando tocaría decir que aun así, si la situación se repitiese, volvería a actuar igual! Pues mira tú por donde, situaciones similares se repitieron años después, y estúpidamente, volví a intentar demostrarme que los principios son de lo poco honesto que podemos tener. Por fortuna (y por 30 kilos de músculo extra), salí mejor parado!

4 comentarios:

  1. Ese fue el disparo de salida a tu carrera de culturista, que creo que también daría para más de un blog...

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  2. Jajajajaja!!!! Es cierto!!! Eres de los pocos seres vivientes que me conoció en esa época!!! Algún día hablaré de ello!

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  3. Creo que por fin me acabo de enterar del por qué te convertiste de melenudo a pelo-corto jajjaja Igual no te acuerdas ya, pero es una de esas historias que se quedó en el tintero y de la que sólo me hiciste un avance al principio de conocernos y que luego, vete a saber por qué, no acabaste contándome... En cualquier caso, no me extraña que te acabaras arrepintiendo de llevar el pelo largo pensando en que te podías volver a ver en una de esas...
    Yo también tuve mis más y mis menos con matones de todo pelo y con resultados muy diferentes, pero eso sí, nunca abandoné a ningún amigo por muy acojonado que estuviera y a sabiendas incluso de que recibiría seguro; lo que te hicieron esos tres fue una cabronada como una casa, la verdad: menudos berserkers jajjaja
    Supongo y espero que no te encontraste nunca más con esos animales carcelararios, lo malo del pueblo es que eso de encontrarte con el matón de turno era un valor seguro. Hubo uno con el que tuve un par de encontronazos, que no llegaron a más porque el tipo tenía una mala fama tremenda, que tenía predilección por mi bici y disponía de ella a su antojo cuando me ponía a tiro... Menos mal que no me puse chulo porque acabó encarcelado por haber asesinado a una chica!!!
    En fin, lo cierto es que daban miedo esos cabrones...
    Un abrazo Hermano!!! Wassail!!!

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    1. Alex! Es cierto! Fue uno de los detonante tijeriles! Mi pelo cayó pocos días después. Más que nada porque lo veía como un elemento en contra en caso de nuevas trifulcas... Vaya con lo que me explicas del tipo ese... Menudo perla... Pensado en frío, y sabida su predilección por tu bici, se la podías haber prestado sin frenos! Un abrazo!!! Wassail!!!

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